Qué se necesita para tocar el violín

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El propósito de la partitura

Indudablemente, el propósito principal de la partitura era la transmisión de música sin errores, porque antes de que se transmitiera la música cómo se transmite una historia o cuento, no Siempre acaba transmitiendo exactamente la misma historia, y por tanto con la música.

Esto es lo que ahora llamamos aprender de oído y buscamos imitarlo o reproducirlo, la memoria nunca será 100% confiable, por eso las partituras nos han traído la precisión de la música y el poder hoy en el siglo XXI para tocar música escrita en el siglo XV o antes.

Los tipos de violín más comunes

Comparado con los tipos de violines que existen en la actualidad, este instrumento musical se puede clasificar según diferentes criterios, por ejemplo, su tamaño, hay violines de cuarto, hasta violines de cuatro cuartos, los primeros son utilizados por niños y jóvenes, mientras que el tamaño del violín aumenta con el tiempo.

También existen tres tipos de violines según su fabricación:

Ventajas del aprendizaje en la edad adulta.

  • Para los adultos, aprender a tocar es una decisión propia, que nace de un sentimiento de necesidad de expresarse a través de la música. Creo que esa es la gran diferencia con respecto a los niños, que pueden llegar a amar lo que hacen, pero casi de ninguna manera es su decisión haber tomado ese camino. Su única decisión es no abandonarlo.
  • Un adulto es más consciente de sí mismo, de las dificultades, de sus debilidades, de los peligros que acechan a su aventura: sabe más sobre sí mismo, sus puntos débiles y cómo minimizarlos. Este conocimiento te permite evitar inteligentemente los peligros que encontrarás: pereza, fatiga, frustración, impotencia, aburrimiento, todos lo sentiremos tarde o temprano a lo largo del proceso de aprendizaje. Pero sabremos evitarlos más inteligentemente porque ya los hemos experimentado antes en nuestra experiencia vital.
  • Un adulto (al menos un adulto moderadamente culto y amante de la música) conoce y siente la música con mayor precisión. Aunque no puede interpretar como le gustaría, sabe cómo debe sonar, qué emociones, qué significado darle a lo que toca.
  • Hemos pasado a la adolescencia, esa época de crisis donde miles de chavales se rebelan contra todo, abandonando casi todas las actividades que no sean los videojuegos, el móvil, los amigos, las salidas, etc… He leído tanto que es difícil para un adulto perseverar en el estudio del violín. Pero creo que es más difícil para un niño hacerlo. Miles comienzan a aprender, muy pocos terminan dedicándose a ello, porque en realidad, el hecho de tocar el violín fue una ilusión de sus padres, no de ellos.
  • No te pongas una fecha límite. No digas: “dentro de un año quiero poder tocar una melodía que me guste”. Así, solo sentirás ansiedad, frustración e impaciencia. Solo comienza a aprender. Coloque pequeños objetivos juntos uno tras otro.
  • Tomar la aventura como un ejercicio de autoconocimiento, autoaprendizaje, fuerza de voluntad, ejercicio mental. Lo importante es el camino.
  • Tu cuerpo y el violín no se llevan bien al principio. Será como acostumbrarse a una prótesis, como juntar dos piezas diferentes de un rompecabezas. Pero poco a poco te llevarás mejor. Estarás en una relación. Te acostumbrarás. Un día (muy, muy lejano) te olvidarás de la postura, del instrumento, de los dedos, sólo pensarás en la música, y estarás en un estado de relajada concentración. Ese día, sentirás que todo valió la pena.
  • Tener autodisciplina. Juega casi todos los días. Es fácil encontrar excusas para no hacerlo. A veces no tienes ganas de ponerte en la balanza. No te preocupes, simplemente hazlo y cuando lleves un rato jugando te sentirás mejor y querrás seguir.
  • Escucha mucha música.
  • A veces te parecerá que estás estancado, que no progresas. Pero si juegas a menudo y casi todos los días, esto es solo una sensación. Empieza a tocar una melodía o un ejercicio desde el principio y notarás que lo haces con mucha más facilidad, y con más calidad. Todos tenemos días mejores y peores, pero CADA DÍA QUE TOCAS, APRENDES.
  • ¿Quieres recordar cómo te sentiste el primer día que te pusiste el violín al hombro? Voltee la almohadilla, coloque el violín en su hombro derecho y sostenga el arco con la izquierda. Triste, ¿no? ¡ya se terminó!
  • Juega concentrado, poniendo todo tu ingenio y mente en ello, no pienses en qué camiseta te pondrás mañana.
  • No te preocupes por lo que piensen los demás cuando te escuchen. Si está demasiado estresado, use un silenciador.
  • ¿Todavía te da vergüenza lo que los demás piensan de ti? Puede que algunos hagan bromas sobre tu edad, pero te digo una cosa: te envidian. Mucha gente ha soñado con aprender a tocar, con haber tenido esta oportunidad. Ahora no se atreven pero les gustaría.
  • En definitiva, el objetivo es que el aprendizaje sea también un fin en sí mismo, y no un medio. Estudia y practica, algo sano y necesario, como ir al gimnasio y comer sano.

4 – Seguir un método

Hay muchos métodos de violín. Gracias a ellos, es posible progresar según un programa estructurado y progresivo. En general, son agradables para trabajar y la mayoría ofrecen discos para tocar con acompañamiento y comprender mejor los ritmos más complejos. También puedes tener una pieza con violín y otra con acompañamiento solista, ideal para practicar por completo.

Practica tocar con acompañamiento para comprender mejor los ritmos.

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