La trompeta es uno de los instrumentos más antiguos. A lo largo de su dilatada historia ha sufrido innumerables modificaciones antes de adoptar su forma actual, que incorpora un mecanismo de pistón que, desde el siglo XIX, permitía tocar todas las notas con total seguridad. El principio de esta técnica es simple: al abrir un pistón, el tubo se alarga, la nota baja y el espacio entre dos tonos naturales se cierra.
El término proviene del francés trompeta o del catalán trompeta, derivados respectivamente de trompe y trompa, diminutivos conocidos desde el siglo XIV; algunas fuentes italianas señalan que la trompeta aparece por primera vez en Dante (1265-1321). El caso es que la figura de la trompeta es de uso general y se aplica en la familia de los aerófonos metálicos, a todos aquellos instrumentos, comunes a las más diversas civilizaciones, que tienen un tubo abierto, esencialmente cilíndrico, por el que son capaces de emitir un sonido más penetrante y agudo que el característico de los cuernos, cuyo canal tiene un diámetro mayor y tiene una conicidad pronunciada.
El sonido prohibido por la Iglesia: Diabolus in musica
En el pasado, la Iglesia consideraba la música como un medio de contacto con Dios, y al igual que los sonidos armoniosos, nos ponía en línea directa con las fuerzas del bien, un sonido oscuro llamó a las puertas del infierno. Se tomaron tan en serio este tema que ya en el siglo IX, Guido d’Arezzo, monje y la figura más importante de la música en la Edad Media, prohibió un intervalo musical: el tritono.
El tritono es una combinación de notas que engloba tres tonos enteros y produce un sonido disonante, evocando tristeza y tensión, creando la necesidad de ser resuelta. Estas características hicieron que fuera rechazado popularmente, y poco a poco se le atribuyó un aura aterradora hasta que se acuñó el sobrenombre de Diabolus in musica.
Revolucionario del violín
Las composiciones e interpretaciones de Niccoló cambiaron radicalmente la manera de tocar e interpretar el violín, aunque también compuso varias piezas para guitarra. Pudo imitar otros sonidos, como cuerno, flauta, pájaros, una campana, con su violín. Su música era muy colorida y muy imaginativa en cuanto a la técnica, explorando campos armónicos, cuerdas dobles, pizzicato -técnica de puntear la cuerda con la yema de los dedos-, técnicas con el arco y una complejidad casi extrema. . . Es decir, desarrolló las posibilidades polifónicas -diferentes sonidos en armonía que se juntan como un todo- para el violín. Amplió el timbre del instrumento a niveles previamente desconocidos.
Cuando estaba en el escenario con su violín, a Paganini le gustaba hacer trucos, como afinar una de sus cuerdas un semitono más alto o tocar piezas enteras usando menos cuerdas. Sorprendió a la audiencia con su técnica superior, con su pizzicatti a dos manos y su movimiento y arqueo de manos casi imposible.
